Noticias
Para Recabarren, como para Marx, la clase trabajadora tiene que aprender cómo ejercer su poder a través de la práctica misma.
Lo que Luis Emilio logró hacer fue desarrollar ideas respecto a la autogestión en los municipios y cooperativas, y el control sobre la producción en los lugares de trabajo, para llegar a tener una visión del socialismo como el crecimiento de la “inteligencia” y capacidades de la clase trabajadora.
Ese perfeccionamiento es una tarea práctica e integra la emancipación de la mujer, el desarrollo de las artes y la música y el fin del militarismo y el nacionalismo.
Su propia travesía de “demócrata” a “comunista” y el desarrollo de su diseño del país nuevo formaron parte del viaje hacia el perfeccionamiento del trabajador.
En la obra poética de Óscar Hahn (se) aparece la figura del fantasma de diversas formas. Estas apariciones —prácticamente todas— se concentran en los tres poemarios publicados entre los años 1981 y 2011 que corresponden al corpus de estudio de esta investigación: Mal de amor (1981), Apariciones profanas (2002) y La primera oscuridad (2011).
“En la poesía de Hahn se juega la pérdida de la certeza de los límites de lo que por convención llamamos realidad y, por tanto, también, irrealidad; y de que ese estado bien podría ser un sueño, un recuerdo o un déjà vu. En ese espacio de transición, desconocido, se desdibuja insidiosamente lo posible y se acompasa, como en la lógica del sueño, una frecuencia que conduce a un sitio poblado de sujetos textuales que hablan, juzgan, atemorizan y se mueven con una soltura siniestra a través de las dimensiones de la existencia, y más allá. Esta es la poesía de Hahn, una poesía fantástica, una poesía fantasma... ¿No es el fantasma en todas sus acepciones una especie de máscara? ¿Acaso no es una manera del sujeto lírico de hablar a través de otro? ¿No es un modo de escape que evita el involucramiento y el compromiso? ¿El poema tendría acaso el mismo efecto de la evasión? ¿Es entonces un mero recurso, un estilo?”, se cuestiona Belair en estos textos, que esperamos promuevan la difusión del estudio de la literatura.
A medida que avanzamos en las historias contenidas en Sangre, satén y organza, asistimos a una elección dentro de un instituto que toma rumbos impensados; escuchamos cual jueces los descargos de un enamorado que cree haber metido la pata; aplaudimos la zigzagueante epopeya de un arquero argentino tan bromista como bueno para el corderito a la llama; observamos las divagaciones extravagantes de un estudiante de derecho que no para de perder el tiempo; o un viejo reaccionario de pueblo llano que masculla su desventura.
Son fragmentos de vida donde la tierra, a veces, se desmadra entre temblores, trifulcas de niños, sexo asimétrico, sábanas tristes, infancia relampagueante, parientes que marcaron impresiones indelebles, afectos que se resisten a desaparecer. Hay quien crece mirando el transcurrir de la ciudad desde una ventanilla, esa misma ciudad que esculpe, que carcome, que invisibiliza; otros oyendo voces de la conciencia como estertores de vidas sin gloria ni reconocimiento. Las atmósferas tienen neblinas de añoranza, soles perplejos, agobio en la mirada, resignación en la voz, aroma de provincia en la ropa, bártulos que siguen a su alma parlante.
El libro entero es un kinetoscopio de la añoranza. La justicia a destiempo para los que nunca la tuvieron. Como un avión literario estelarizando en el cielo la función de los que fueron olvidados.
(Jorge Muzam).
Una mesa de disección. Pero no de azarosas conexiones, repentinas y deslumbrantes, sino una que con precisa crudeza dispone y expone sus objetos para la auscultación, el corte, el trazo de vasos comunicantes o la biopsia. Para el examen, en cada cuerpo ―verbal―, de lo que pulsa y late, lo que avanza y resiste, o lo que se atrofia. Se suceden, así, en secuencias o con cortes abruptos, con tajante impudor o juegos de veladuras, versos y estrofas cuyas varias capas citan, nombran, recorren, alumbran o saturan de luz ciertas zonas de la infancia, dispositivos reguladores de muchas de nuestras prácticas y expectativas, afectos y temblores, o el temido universo referencial de una parca lengua médica. Embargos nos lleva, así, absortos, embargados, frente a un tramado de fragmentos de voces que resuenan, de leves grietas que anuncian el derrumbe, de encendida carne viva y de puntas afiladas en una tensa dinámica de renuncias y de luchas.
Con delicada violencia, con ironía y con un lenguaje herizado ―como escribiría Vallejo― que se desplaza con agudeza entre la contención y el deseo de gritar, la poesía de Biviana Hernández se estrella a los ojos como una piedra negra, paradójicamente luminosa e inasible. O como una incomodidad que se deposita en nuestras manos, ojos, cuerpo a ver qué nos hacemos con ella. Porque Embargos inevitablemente nos envuelve entre los ritmos y frecuencias ―diversos― de su voz y las visiones y temblores que convoca y que provoca. (Luis Fernando Chueca).
La producción de la bibliodiversidad. Estudio sobre las editoriales culturales y comunitarias de La Cooperativa de Trabajo de Editores de La Furia. Un estudio desde las prácticas productivas de los hombres y mujeres que ofician como editores, dice Nicolás Gómez. Este libro aborda, desde una perspectiva sociológica, distintos puntos de análisis sobre las problemáticas que enfrentan las editoriales culturales, independientes o comunitarias, la producción de bienes culturales y la relación que establecen las personas con su quehacer.
¿Por qué hacer libros? ¿Por qué crear un editorial? ¿Por qué asociarse en entidades de carácter gremial? La disputa de la bibliodiversidad en el campo cultural chileno. Ese poder subversivo también se debe a que la lectura incita al desanclaje de la represión impuesta por la naturalidad de lo acostumbrado, libera la reflexión de “los baches de la racionalidad/modernidad europea” e invita a develar otras formas de conocer y producir imágenes. Aún más. Las experiencias fijadas en los libros muestran reglas, tradiciones y juegos de lenguajes que contribuyen a ampliar las racionalidades existentes y a comprender que lo real es un campo sui generis de representaciones.
Estética, política, análisis, capital simbólico, democratización del conocimiento, experiencias societarias, producción, comunitarismo, el mercado de los libros, y por qué no: diversión y frustración. Gómez comparte y desarrolla esta investigación de la mano de las personas que actúan como editores y de su trabajo: hacer libros.
Publicado en 1975, Holocausto trama una advertencia desde su epígrafe “Lo que sigue está basado en la publicación del gobierno de los Estados Unidos,
Juicios de los criminales de guerra ante los tribunales militares de Nuremberg, así como en los registros del juicio a Eichmann en Jerusalén”.
Reznikoff junto a otros poetas norteamericanos como George Oppen fundaron la poesía objetivista desatando una brecha en la lírica narrativa.
Este libro es un testimonio del horror vivido por miles de personas que nos recuerda la vieja consigna del “Nunca más”.
Esta es la primera traducción al castellano.
Humberto Díaz Casanueva
(Santiago, 1906-1992)
Poeta, educador, diplomático y defensor de los Derechos Humanos. Literato inquieto por el mundo que habitaba y atento a su contexto político cultural, desarrolló una gran labor de difusión de la literatura y el pensamiento. Su actividad política y gremial lo llevó al exilio en dos oportunidades; desarrolló una intensa carrera diplomática, la que culminó como embajador durante el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende y que se extendió incluso después del Golpe de Estado de 1973 en representación de la ONU. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1971.
El libro Poesía Completa, reúne los 16 libros que fueron publicados entre 1926 y 1991. En algunos casos se incluyeron las ilustraciones que corresponden a
las ediciones originales del artista Ludwig Zeller.
En preparación se encuentra el libro Iconografía de Juan Emar. Una muestra de más de 100 dibujos realizados por el escritor y cuyos originales hoy se encuentran en manos de privados.